El primer examen

Sí, este momento tenía que llegar. El 24 de Noviembre afronté mi primer examen como estudiante erasmus. La verdad es que no iba muy bien preparado, ya que coincidió con la visita de Dani y Virginia, pero era muy optimista, justo hasta el momento en el que con la ayuda del diccionario descifré un enunciado en el que no me sonaba nada de nada. Por lo tanto opté primeramente por la estrategia de mi compañero inglés, que subrayó con rotulador fosforito la palabra ERASMUS en su examen. Y luego la táctica deliciana de resolución de exámenes en los que no tienes ni puta idea. Primera pregunta, la larga. respuesta larga, relacionando conceptos que sí que sabes aunque tengan poco que ver, de algo me tendría que servir mi vocación frustrada de periodista, sé contar historias. Segunda pregunta, respuesta de dos frases que quieren decir lo mismo, es decir, nada en absoluto. Es que esta era la peor pregunta sin duda. Y tercera pregunta, que pedía un esquema, pues vistacillo a la de al lado, se copia el dibujo y luego a imaginar lo que significa eso. Total, una mierda de examen que resulta que después me enteré de que no era obligatorio para los erasmus. Lamentable.