O como montarse una erasmus en Francia

miércoles, 24 de diciembre de 2008

El camino de regreso

Bonita canción de Ismael Serrano, el camino de regreso es lo que todos estábamos esperando desde hacía algún tiempoen Toulouse. A mi me llegó el día 20, perdiéndome por ende el cumpleaños de Pepe y la champanada. Llegué de madrugada, a eso de las 3 de la mañana, a la gloriosa capital de la vieja Castilla. Valladolid me recibió con niebla y sobre todo frío, frío que comenzó a acechar nada más cruzar el túnel de guadarrama. El termómetro pasó de 6 grados (10 había en Madrid) a los 0, y la niebla lo envolvía todo. Bienvenido a casa!!!
Pero antes en Toulouse dejé (que no quedé, los castellanos también tenemos algo que mejorar en nuestra lengua) unas cuantas cosas en el lugar que no debían estar. Lo primero, un zumo de frutas y un paquete de leche abiertos en el frigorífico, veremos a ver como coño huele eso cuando llegue. Y lo más importante y bochornoso, toda la ropa que quería traerme. Resulta que el penúltimo día, cuando lavé toda la ropa que me hubiera gustado traerme conmigo a españa, le dio a la lavadora por no tirar el agua, y por ende, no centrifugar. Resultado? Pues los vaqueros escurriendo, y mi precioso jersey morado cambió a casi negro de todo el agua que tenían las mangas. al final rescaté esos vaqueros (el radiador del salón es muy grande) y sobre todo calzoncillos, porque no tenía ni uno limpio...
Ahora vienen días de reencuentros, comilonas y sobre todo vacaciones. Vacaciones de aquella ciudad tan bonita y con tanto ambiente pero con tantos franceses...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejamos muchas cosas al irnos de un lugar la familia, los amigos e, incluso, podemos dejar a cierta persona especial que cuando vuelves no lo es tanto. Cuando vuelves todo torna y se cubre de nosalgia; nostalgia que te hace navegar por la ciudad como en un nube como en una tiniebla (en tu caso niebla como el mio). Ves la magia de una ciudad que hasta entonces menosprecabas o a la que no le habias sacado todo su jugo. Pero sin duda lo mejor es lo que dejas atras: días de preparativos para tu marcha: lavar ropa, comprar recuerdos de la ciudad, etc.
Y, sin duda, lo que más me encoge el corazon es esa sensacion a lo desconocido, mi nerviosismo a pesar de volver a casa, a pesar de volver con tu gente.
Es extraño pero se produce una mezcla de sensaciones contradictorias que te hacen plantearte cosas hasta las más mínimas, en las que no habias reparado antes, no??