O como montarse una erasmus en Francia

miércoles, 24 de diciembre de 2008

El camino de regreso

Bonita canción de Ismael Serrano, el camino de regreso es lo que todos estábamos esperando desde hacía algún tiempoen Toulouse. A mi me llegó el día 20, perdiéndome por ende el cumpleaños de Pepe y la champanada. Llegué de madrugada, a eso de las 3 de la mañana, a la gloriosa capital de la vieja Castilla. Valladolid me recibió con niebla y sobre todo frío, frío que comenzó a acechar nada más cruzar el túnel de guadarrama. El termómetro pasó de 6 grados (10 había en Madrid) a los 0, y la niebla lo envolvía todo. Bienvenido a casa!!!
Pero antes en Toulouse dejé (que no quedé, los castellanos también tenemos algo que mejorar en nuestra lengua) unas cuantas cosas en el lugar que no debían estar. Lo primero, un zumo de frutas y un paquete de leche abiertos en el frigorífico, veremos a ver como coño huele eso cuando llegue. Y lo más importante y bochornoso, toda la ropa que quería traerme. Resulta que el penúltimo día, cuando lavé toda la ropa que me hubiera gustado traerme conmigo a españa, le dio a la lavadora por no tirar el agua, y por ende, no centrifugar. Resultado? Pues los vaqueros escurriendo, y mi precioso jersey morado cambió a casi negro de todo el agua que tenían las mangas. al final rescaté esos vaqueros (el radiador del salón es muy grande) y sobre todo calzoncillos, porque no tenía ni uno limpio...
Ahora vienen días de reencuentros, comilonas y sobre todo vacaciones. Vacaciones de aquella ciudad tan bonita y con tanto ambiente pero con tantos franceses...

martes, 16 de diciembre de 2008

El clásico

Weno digo yo que habrá q darle un impulsillo a esto no? Os voy a contar como se vivió aqui el Barça-Madrid, que todo el mundo llama "el clásico", ni derby, ni pollas, el clásico.
La verdad es que escogimos ese día para ir a cenar todos juntos. Era nuestro último sábado aquí, y decidimos respetar la tradición de ignoto origen de ir a cenar por navidad. El plan principal era ira a una pizería, per había colas en la calle esperando entrar, asi que fuimos al de al lado, una especie de buffet que recordaba un montón al restaurante de la uni. Tampoco había sitio, así que decidimos que había que entrar en el primer garito con sitio para quince personas, que estuviera cerca porque estaba lloviendo y sobre todo porque emepzaba el clásico. Pues bien, esto era un chino. Me ahorraré el comentario para escuchar mejor vuestras carcajadas.
Cuando se aproximaron las diez de la noche nos fuimos a un pub inglés donde el camarero te habla en inglés y sólo se ven canales ingleses para ver el fútbol. Lo que pasa que la gente es francesa, y claro, ese es el problema.
Cuando Drenthe falló la ocasión clarísima que tuvo, los que íbamos con el madrid gritamos un "HUY" que los gabachos tomaron a sorna y empezaron a hacernos burla. Nada grave de no ser porque se estaban riendo de nosotros todo el tiempo. Seguramente un día de estos salgamos a ostias de un garito así.
Así que la segunda parte fuimos a otoro bar en la plaza saint pierre. Allí tenían una pantalla gigante tipo botijas (vamos, un proyector), sin embargo la música era chunda chunda. Te cagas. Discutiendo del penalty de Salgado con el chunda chunda de fondo. Era el partido más raro que he visto en mi vida...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Liberté, egalité, fraternité.

Pues resulta que vivir en este país se vuelve cada día más complicado. Aquí el frío ya llegó, con la marcha de mis delicianos, es una lástima que la erasmus no la hayamos hecho todos juntos, sin duda sería una experiencia totalmente distinta.
Pero bueno, no me puedo quejar, sin duda, los amigos de aquí son lomejor (y lo único mejor), hecho que me hace pensar que llegaremos a ser amigos para mucho, mucho tiempo. Somos como una gran familia, y cuando tenemos problemas pues ahí está el prójimo para escucharte, ayudarte o sacarte de casa.
Y es que Francia, y sobre todo los franceses, es un país desagradable para el que no nació aquí. A la gran barrera que es el idioma, es una mucho más importante la organización caótica del país, y sobre todo, la falta de ganas por ayudarte de casi todos los franceses. Porque aquí, salvo contadas excepciones, ven al extranjero como un penado que tiene que llevar su cruz sin ayuda de nadie, y eluden la responsabilidad de hablar contigo y echarte una mano. Son perfectos en diluirse en un grupo y pensar aquello de "ya lo hará otro". Eso o que realmente no tienen escrúpulos de nada, prefiero pensar lo primero.
Si a todo esto le juntas que muchos profesores siguen pensando que los españoles somos como Camarón, gordos y con pelos en el cuerpo que se pasan todo el día dando palmas (no me invento nada, un profesor de yan, una chica de historia se lo dijo) te puedes imaginar que somos algo así como un negro en la américa de los sesenta. Aquí la fraternidad se considera un principio de la república, es una lástima que los valores de la revolución se quedaran en un papel y no llegaran a su población.
Así que necesito unas vacaciones, y reencontrarme con 45 millones de gitanos palmeros cantanto aquello de "volando voy..."

lunes, 8 de diciembre de 2008

Un viaje a París

Ya hace algún tiempo de mi viaje a París, pero es ahora cuando encuentro fuerzas y tiempo para describirlo. El viaje nos llevó 5 días, de miercoles a domingo, aunque en realidad solo tuvimos 3 para investigar la ciudad de la luz. es imposible ver todo, así que sobre ese axioma nos basamos, como nos vamos a dejar algo por ver pues nada de estrés, puesto que habrá que volver sí o sí.
Mis compañeras? Inés y la ya clásica en mis salidas Cristina.

Cogimos un tren de madrugada para llegar el jueves prontito a la capital de Francia. A qué hora? Pues no lo sé porque nada más salir del tren me enteré de que no tenía ni Mp3 ni móvil. Que os aproveche franceses. Así que tras ese contratiempo lo único que podía hacer era ignorarlo para no arruinar ni el viaje a mis compañeras ni a mi mismo.

No os aburriré con los monumentos y demás que visitamos, porque no creo que sea agradable de leer ni de escribir. Simplemente pondré alguna foto y salpicaré la historia con anécdotas.


El albergue estaba muy bien, de precio y de situación, en el 11º distrito, al lado de la bastilla, la mítica prisión que ya no existe y que ha sido remplazada por una opera de moderna construcción, tipo gugenheim (o como coño se escriba). Yo dormí con un español, un chino (léase en sentido español, es edcir, un tipo con ojos rasgados y de nacionalidad desconocida) y un tipo al que no vi la cara en ningún momento, sólo le oí quejarse cuando me subi a la litera de arriba a la 1 y pico y le pisé un brazo. Las chicas dormían en otra habitación, absurda separación de sexos...

Ese primer día fuimos caminando hasta el centro de la ciudad, esto es, el ayuntamiento, Notre Damme y todo ese rollo.Una de las cosas más bonitas de la capital francesa es la vista que se tiene al subir a la terraza del centro comercial de les halles, es una de las cosas que más me sorprendió, la verdad.

Como siempre me gusta innovar pues leí en un foro (mítico foro de interrrail) que si te subías a una terraza tenías unas vistas preciosas de la catedral parisina por detrás, y de toda la isla anexa, además del resto de París.

Otra de las cosas que recomiendo aeste foro es pasearte al final de la tarde por la rue mouttefard, cerca de los jardines de luxemburgo. Es como una especie de mercado con puestos de quesos, carne, dulces de todo tipo... Lo que no venía en ese foro es que hacían los crêpes más baratos y más ricos de toda francia. 2 euros por un delicioso pastel francés con nocilla y una riquísima película de azúcar líquido por encima. Si vas a París deberías probarlo. Es el primer puesto según bajas desde la place de contescarpe en la acera izquierda.


París estaba plagado de seguidores el racing de Santander, puesto que jugaba ese jueves contra el PSG, y cada vez que nos cruzábamos con un grupillo de ellos nos gritaban "Aupa Racing", ya que Crisitna llevaba un gorro verde y blanco jaja. El segundo día, en nuestra visita al Arco del triunfo no aguanté más y me hice una foto con ellos.

Antes de la visita al famoso monumento a los caídos en guerra, visitamos varias tumbas de los muertos civiles (menudo día más necrológico) en el cementerio de Père lachaise. Tras la típica foto con la tumba de Jim morrisson, líder de The Doors, buscamos la de Oscar Wilde. Bueno en realidad buscamos muchas más, como por ejemplo la de Chopin o Delacroix, pero como nos perdimos siguiendo a un grupo de judíos con mapa (lo dedujimos porque los seguíamos y sólo se paraban en lápidas con estrellas de David). El caso es que la tumba del dramaturgo Irlandés era fea de cojones, salvo por un detalle, que estaba plagada de besos. Una cosa realmente bonita.

Era ya viernes, y a partir de las 6 el museo más famoso del mundo era gratis para los jóvenes. Así que nos convenció la relación calidad precio del asunto y entramos. En ese momento nos juntamos con Nacho y su novia que habían llegado a París esa mañana y con los erasmus turcos Onür y Tolga, que rendían visita a una amiga suya que cursaba allí. La visita fue bastante coñazo, la verdad, lo únco que me gustó algo fue un cuadro del cual no recuerdo el nombre ni conservo una foto, así que nada. La gioconda, una caca de cuadro, pequeño separado por un cristal gordote y por un cerco de 3 metros sin sumar a la cantidad de japoneses haciendo fotos. Sin duda lo más bonito del Louvre es entrar por el lateral contrario al río e ir caminando según aparece la pirámide de cristal, y luego situarte en el pequeño arco que da comienzo a los jardines de las tullerías cuando ya a anochecido. Os pongo una foto, pero que sepaís que no es ni parecido (y eso que la foto mola) a lo que realmente se ve en vivo.

Cuando acabamos hasta los huevos de hacernos los entendidos en arte fuimos a cenar al barrio latino a un restaurante griego y decidimos que al día siguiente iríamos a Versailles.

No fue gran cosa, la verdad, no entramos al palacio, solo visitamos los inmensísimos jardines (se pierden con el horizonte) que al ser la época que es pues estaban sin hojas y con las estatuas tapadas. Así que en el fracaso en el que estábamos sumidos pusimos rumbo a Montmatre, el más mítico y bonito barrio Parisino. Las vistas desde el Sacre Coeur son tan indescriptibles que voy a evitar intentarlo.

Y si impresionantes eran desde aqui las vistas, desde la Tour eiffel ni te cuento, lástima que las fotos salgan pésimas, pero bueno, así si quereis verlas pues teneis que venir a París. Os pondré la típica foto que se hace uno en la torre para no defraudar a los que aman ese tipo de retratos.
Y para no perder la tradición, la ultima noche a dormir al aeopuerto, que siempre le da un aire de aventura al viaje más organizado del mundo. Es ahi cuando vimos que en París en noviembre nieva y de lo lindo, lástima que en vez de estar en los campos elíseos estuvieramos viendo como se quedaba blanca una rampa de acceso al aeródromo parisino...